lunes, 2 de marzo de 2009

Ven a mí
con tu dulce luz

alma de diamante.
Y aunque el sol
se nuble después
sos alma de diamante.
Cielo o piel
silencio o verdad
sos alma de diamante.
Por eso ven así
con la humanidad
alma de diamante.
Y aunque tu corazón recircule
siga de paso o venga
pretenda volar con las manos
sueñe despierte o duerma
o beba el elixir
de la eternidad
sos alma de diamante.
Bien aquí o en el más allá
sos alma de diamante.

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